La fiesta, el ocio e incluso la música, consumida como si de una bolsa de patatas fritas se tratara, se ha transformado en una válvula de escape. Un breve ritual en el que se suspenden las condiciones que rigen cotidianamente nuestras vidas, sólo para que cuando terminen esas mismas normas se acepten de forma reforzada. La fiesta y el exceso como máquina de producir conformidad. Pero esto es sólo uno de los sentidos posibles de la fiesta.
Hay otra concepción de la música, mucho más antigua y presente en aquellos lugares donde el sonido, el ritmo y el baile son formas de comunicación de primer orden. La música y la fiesta como lugar donde no se escapa de la realidad sino que se comprende desde otro lugar. Desde un lugar disidente donde el final de la fiesta no significa la vuelta al orden anterior sino su transformación. Donde fiesta, música, baile, liberación y política forman un continuo. La fiesta entendida como un espacio más de nuestras vidas desde donde construir encuentros, alianzas, resistencias y disidencias (y tambien placer colectivo) se convierte entonces en un arma política. Y un arma muy poderosa.
No solo nos queda bailar contará con la participación de Bea (Nightnoise), Elo (Akelarre Sound Sisters) , Irene (Slvj), Kiwi (Disidentek/SCR), Zai (SCR) y de todxs aquellas que se sienten parte de los movimientos disidentes, autogestionados y autónomos cada vez más presentes en la ciudad. Juntxs abordaremos las preguntas ¿Cómo hacer de la pista de baile un espacio (real) de construcción política más allá de la teoría? ¿Qué entendemos por autogestión y autonomía de la fiesta?¿Qué alianzas tenemos pendientes? ¿Cómo vemos el estado de la noche (y del mañaneo) madrileño? ¿Que potencias sentimos y que límites nos encontramos? ¿Como explotarlos?
Porque la fiesta y la noche tambien son nuestras.